18- 08- 22 Fuente: El Cachapoal
Es indiscutible la importancia de una buena alimentación en niños y niñas, pero cuando se viven situaciones de estrés, las emociones pasan a tener mayor protagonismo, repercutiendo en desórdenes en la ingesta calórica y generando patologías nutricionales.
El Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), elaboró recientemente el Índice de Riesgo de Obesidad Infantil Comunal (IROBIC). El estudio señala que “la pandemia de la obesidad es uno de los más preocupantes problemas de salud pública que existen en nuestro país. A nivel latinoamericano, Chile es uno de los países con la mayor prevalencia de obesidad infantil. De hecho, cifras recientes del Mapa Nutricional Junaeb 2020 establecen que esta alcanza el 25,4% de los niños y las niñas”.
De acuerdo a distintos especialistas, estas cifras se han visto incrementadas en los últimos años producto de la pandemia, debido las consecuencias emocionales que ha traído el encierro, la incertidumbre, la inasistencia a clases y las repercusiones a nivel intrafamiliar. Gloria Jury, directora del Centro de Psiconutricion Nut, aseguró en un medio nacional que “la psiconutrición, como propuesta de intervención para la salud, observa la relación entre las emociones, creencias, pensamientos y vivencias de estrés, con el peso, imagen corporal, alimentación y los signos y síntomas de patologías nutricionales”.
Josefina Díaz, Nutricionista de Ssano, indicó que “en momentos de inestabilidad emocional consumimos más alimentos grasos y/o altos en azúcar. Se habla de alimentación emocional cuando se usa para calmar el estado emocional, por eso hay que seguir consejos de nutricionistas para evitar exponer nuestro cuerpo”.
En este sentido, la importancia de mantener una alimentación sana para los escolares de establecimientos acogidos al Estado ha sido fundamental para una de las empresas proveedoras del Programa de Alimentación Escolar -PAE- de Junaeb. Se trata de Soser, entidad que está presente ampliamente en las regiones de O´Higgins y de Los Lagos, y trabaja hace 3 décadas para el PAE.
Marcela Lizana, jefa del Departamento Técnico de Soser, sostiene que la principal preocupación en este momento es “entregar una alimentación muy variada, equilibrada y atractiva para nuestros niños y niñas, ya que muchos estaban con problemas de mala alimentación. Encontraremos en los menús la inclusión a diario de frutas y verduras, por ejemplo, las verduras las encontramos en la ensalada de entrada y además en los platos de fondo. Por otro lado, las frutas podemos encontrarlas en el desayuno, así como también en el postre del almuerzo. Las presentamos de forma atractiva a la vista y gusto de ellos para que las consuman bien”.
El lunes 25 de julio se dio inicio al programa de alimentación PAE del segundo semestre. “Lo que se quiere y que hemos tenido como foco en Soser -que presta servicios a Junaeb, Junji e Integra- es volver a la normalidad, mejorar la asistencia a los comedores y aunque existe un alza de los precios de las materias primas, aprovechar al máximo los recursos entregados”, dice Alex de Debarmaecker, asesor de servicios de Soser.
Durante las vacaciones de invierno se capacitó a supervisores y manipuladoras en los procedimientos de los procesos del estándar del Programa de Alimentación Escolar (PAE), así como también en técnicas de preparación dirigidas por los chefs. Durante la semana del 25 al 29 de julio, se realizó una auditoria de Estándar PAE en la zona de Llanquihue, donde, además, fueron reforzados los equipos de las áreas de Calidad, Nutrición, Preparación de la Alimentación y Operaciones. La auditoría abarcó la bodega y trece establecimientos de las comunas de Frutillar, Purranque y Puerto Octay, siendo calificadas con buenos resultados.